Trasladar el mundo mágico de los dibujos animados (utilizar la comparación de películas clásicas me parece un error), al Nueva York actual, provoca sorpresa primero (qué es esto?), y luego alguna buena carcajada, con la imagen de ese príncipe encantado, cantando por Nueva York como si aún estuviesemos en su mundo de Fantasía (buenos puntos son “no cantes”, y la broma acerca del espejito mágico).
Desconozco lo que nos puede deparar la película, y si con el trailer ya hemos visto todas las posibles sorpresas, pero francamente, es de esos trailer que te hacen pasar un buen rato.
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