Hace unos diez años era improbable conseguir unos efectos especiales de este tipo. Lo más cercano fueron los logrados efectos de Terminator II conseguidos a base de ordenador. Los efectos evolucionan de una manera vertiginosa y prueba de ello es esta imagen del rodaje de la explota taquillas Piratas del Caribe 3: En el fin del mundo. En ¿la última? aventura de Jack Sparrow se puede observar una diversa gama de efectos especiales, entre los que destaca a un Johnny Depp clonado ( protagonizando la escena má paranoica de toda la saga) y a un Keith Richards etílico y sin píxeles dando clases de supervivencia.
La película conserva ese ambiente de aventuras, tan típico en este género, que también ha sabido explotar la franquicia de Disney. Pero quizá lo único que se le puede criticar a este film es la excesivo abuso de los efectos especiales que pueden llegar a saturar debido a la excesiva duración del film. La ventaja de estar sentado 168 minutos solo puede beneficiar a aquellos que les encante esta saga ya que verán saciadas sus ganas de disfrutar de la Perla Negra, y de Sparrow, en todo su esplendor. Aún así la tercera parte de piratas entretiene, hace reír y emociona, a partes desiguales, pero sin llegar alcanzar la calidad de la primera de toda la saga.
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